domingo, 6 de julio de 2014


Con papel aluminio, me hago un anillo.
Revuelvo la cocina, rastreando algún motivo.
Así tiene más sentido llorar.
Nos casamos en Abril, pero en Diciembre ya habíamos perdido el matiz.
No está muy lejos del sepia el color Gris.
Nuestra Luna de Miel no fue en Roma, tampoco en París.
Los besos vivían en el momento sólo cuando había un poco de Hachís.
El futuro ya estaba instalado, por más que estuviera desdibujado.
La rigidez del destino, era por la perdida de lo amado.
No tenía fondo el sombrero Bombin,
no tenía monedas el sombrero cuadriculado.
En una repisa Bakunin,
se empolva como muñeco abandonado.





 

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